Hace casi un año junto con mi familia decidimos dejar el conurbano bonaerense para probar la experiencia de vivir en otro lado. Sin escaparnos de nada, simplemente para buscar algo mejor.
Llegamos a Los Molles, a 10 minutos de la ciudad de Merlo, con muchas expectativas y un monton de dudas, como me imagino que les pasa a todos cuando llegan a un nuevo lugar.
El balance es super positivo. Lo que no quita que hayamos vivido cosas que no nos gustaron. La diferencia es que todo parece mas terrenal, mas humano, mas natural. Las cosas tardan, se toman su tiempo, hay q trabajarlas. No pasan de un rato para el otro. Y eso al principio cuesta pero como todo en la vida, te terminas adaptando.
El equilibrio siempre esta presente. Entre lo que querés modificar y lo que querés conservar.
La sensación de estar al aire libre, que el horizonte termina donde te de la vista, que el sol ilumina hasta el último rayo es algo que no podemos apreciar en la ciudad. Yo lo tenía parcialmente en mis trabajos, soy profe de educación física y trabajo como entrenador de hockey, por lo que estaba rn campos abiertos habitualmente y la sensación era hermosa. Ahora lo tengo en todo el dia, todos los dias.
Uno de los motivos por los q elegimos la zona es porque hay una hermosa cancha y un club. Y ahi el equilibrio vuelve a aparecer, entre lo q hay q modificar y lo q es sano conservar.
"Hay q cambiar esto, no se entiende porque lo hacemos" propuse en algún momento y la respuesta fue "San Luis, otro pais"...
Asi que aca estoy, buscando como siempre, transformando hobbies en oficios, la mejor manera de vivir, haciendo cosas que me gustan.
