Hace ya 18 años tomamos una decisión que nos cambiaría nuestra vida por completo y para siempre.
Somos una familia de cuatro, mamá,papá, una hija que en aquel entonces tenía tres años y su hermano de un año. Viviendo en Buenos Aires decidimos mudarnos a Pigué,ciudad natal de mi esposa, donde sabíamos que podíamos encontrar la calidad de vida que estábamos buscando.
Al principio, como todo comienzo fué difícil. En lo que respecta al trabajo ,en un par de años pudimos vivir de nuestra profesión (ambos somos profesionales en el área de salud). Tardamos un poco más de tiempo en adaptarnos socialmente, es decir, grupos de amigos y actividades recreativas.
Los años fueron pasando y nuestros hijos creciendo. En esta ciudad la escolarizacion es buena al igual que las alternativas deportivas y culturales que fueron realizando con el correr de los años. Cabe destacar que tuvieron un plus ya que pudieron crecer en un ambiente donde no hay inseguridad.
Para los adultos la parte recreativas es distinta a lo que estamos acostumbrados en las grandes ciudades. No hay cines, ni teatros ni shoppings . Ir a ver un partido de rugby, hacer trecking, ciclismo o cualquier actividad al aire libre (siempre y cuando el clima lo permita) es nuestro gran plan para los fines de semana. Vivimos en una zona rural donde tenemos al alcance de nuestras manos las sierras y las lagunas , esto nos invita a disfrutarlas muy a menudo.
En cuanto a la etapa universitaria de nuestros hijos, en estos momentos ambos están cursando sus carreras y optamos como alternativa que se muden a Bahía Blanca ya que es un importante polo universitario y nos queda a solo 130 kilómetros. La decisión que tomaron hace que a edad temprana estén viviendo solos, lo cual implica toda una experiencia para los cuatro.
Como seguirá todo de acá en adelante no lo sé aunque si estoy seguro de algo y es que ,de aca a muchos años (vale aclarar),me gustaría envejecer en Pigué.





Grandeeeee Maxiiii!!!!