la Hora de migrar
- Agustin Ribero Nogueira
- 21 ene
- 4 Min. de lectura

Finalmente ha llegado el momento de convertir las ideas en acción, de traccionar avances concretos. Todo lo que hicimos hasta ahora –reflexionar, investigar y planificar– nos llevó a diseñar un plan sólido, evitando caer en impulsos que nos empujen a lanzarnos a una pileta sin agua. Ahora toca ejecutar.
Este es el punto en el que debemos ser extremadamente operativos, cumpliendo con las gestiones previstas, y estratégicos en nuestra comunicación con el entorno. Es hora de empezar a tender puentes con una certeza clara: vamos a migrar.
➡ Conectar con colegas de nuestra profesión. ¿Por qué es importante? Conocer a gente de tu mismo rubro en el nuevo destino puede abrirte muchas puertas: desde enterarte de oportunidades laborales hasta entender cómo se mueve el mercado allá. Además, los contactos locales pueden darte datos que no están en internet y recomendaciones que hacen la diferencia.
¿Cómo encararlo?
Buscá redes profesionales locales: Investigá qué asociaciones, cámaras o grupos están activos en tu profesión en la nueva ciudad. En plataformas como LinkedIn o incluso en redes sociales podés encontrar puntos de encuentro virtuales o presenciales.
Contactá directamente a colegas: Mandá mensajes personalizados a personas de tu industria que trabajen allá, explicándoles brevemente quién sos y que te interesa conocer cómo funciona el sector en ese lugar.
Participá en eventos: Si hay conferencias, charlas o capacitaciones en tu área, andá. Es una gran forma de conocer gente y hacerte visible.
Mantené el vínculo: Aunque la primera charla no dé resultados inmediatos, no lo abandones. Mandá un mensaje cada tanto, compartí algo interesante, preguntá cómo están. La clave está en construir relaciones, no pedir favores.
Tip clave: Sé genuino/a. La gente suele darse cuenta si tu interés es auténtico o si solo querés algo a cambio.
➡ Compartir la decisión con amigos y familiares.
¿Por qué es importante? Mudarte no solo implica un cambio para vos, también lo es para quienes te rodean. Contarles a tus seres queridos no solo te ayuda a procesar mejor la decisión, sino que ellos pueden ser un gran apoyo emocional (¡y hasta práctico!) en el proceso.
¿Cómo encararlo?
Elegí el momento justo: Contá tu decisión cuando ya estés seguro/a. Si todavía estás dudando, puede ser más difícil transmitir confianza y entusiasmo.
Sé claro/a y directo/a: Explicá los motivos de tu decisión y lo que buscás con el cambio. Esto ayuda a que te entiendan y apoyen mejor.
Involucralos: Pedí consejos, contactos o ideas. Hacerlos parte del proceso puede fortalecer tus vínculos y sumarles un rol activo.
Preparalos para los desafíos: Contales que, aunque estás convencido/a, sabés que va a haber obstáculos. Eso ayuda a evitar expectativas idealizadas (o críticas innecesarias).
Tip clave: Aprovechá esta charla para reforzar tus vínculos y también para abrirte a la posibilidad de que te sorprendan con su apoyo.
➡ Buscar conocidos en común que puedan ayudarnos a tejer redes en el nuevo destino.
¿Por qué es importante?
Tener un contacto, aunque sea muy lejano, puede ser clave para abrirte paso en una ciudad nueva. Los vínculos personales suelen generar más confianza y puertas abiertas que las búsquedas desde cero.
¿Cómo encararlo?
Preguntá en tu entorno: Consultá a amigos, familiares y colegas si conocen a alguien en el lugar al que te vas. Muchas veces, hay contactos escondidos en los lugares menos pensados.
Usá las redes sociales y grupos: Posteá en LinkedIn, Facebook o WhatsApp contando que te estás por mudar y preguntá si alguien tiene conocidos en esa ciudad. ¡Las conexiones a veces llegan de formas inesperadas!
Presentate con amabilidad: Si alguien te recomienda a otra persona, mandale un mensaje corto explicando quién sos, qué estás buscando y por qué querés conectar.
Construí más redes: Cuando ya tengas contacto con alguien, no dudes en preguntar si te pueden presentar a más personas. Eso te va a ayudar a expandir tu red.
Tip clave: Siempre agradecé a quienes te ayuden, ya sea con un mensaje, un café o lo que esté a tu alcance. Un simple "gracias" sincero puede abrir más puertas de las que imaginás.
Winston Churchill lo resumió con precisión: "A los que planifican les va mejor que a los que no planifican, aunque rara vez cumplan su plan."Un plan es nuestro norte, pero debemos aceptar que en procesos de cambio como este, no podremos prever todas las variables. Y eso está bien. Habrá desvíos, ajustes y momentos de recalcular. Lo importante es mantener la confianza en la decisión tomada y no dejar que cada obstáculo erosione nuestra motivación.
Flexibilidad y pragmatismo: las claves del éxito
Migrar implica enfrentar desafíos. Es fundamental abordar esta etapa con realismo, flexibilidad y una actitud pragmática. No todo será perfecto desde el primer momento, y aceptar eso nos ayudará a avanzar con más serenidad.
Por ejemplo, el acceso a vivienda en el nuevo destino puede ser limitado. Quizás no encontremos de inmediato el hogar ideal que cumpla con todas nuestras expectativas. ¿La solución? Ser flexibles. Tal vez el proceso implique empezar en una vivienda temporal que no sea perfecta, pero que nos permita ganar tiempo para explorar el mercado y encontrar mejores opciones más adelante.
Migrar es un proceso, no un resultado inmediato. Cada etapa nos ofrece oportunidades para aprender, adaptarnos y construir la vida que soñamos en nuestro nuevo destino. Lo esencial es no perder de vista el objetivo final, mantenernos resilientes y, sobre todo, disfrutar del viaje.





Comentarios