Migraciones y empresas: una responsabilidad ética con impacto estratégico

*Por Ezequiel Texidó y Agustín Ribero

Las migraciones no son un fenómeno nuevo, pero hoy son más visibles, complejas y globales que nunca. Según datos de la ONU, en 2024 había 304 millones de migrantes internacionales, lo que representa casi el 4% de la población mundial. Estas personas se desplazan por múltiples razones: oportunidades laborales, crisis políticas, cambios ambientales o búsqueda de una mejor calidad de vida.

Esta movilidad genera oportunidades y desafíos en los países de destino. Por un lado, los migrantes aportan fuerza de trabajo, diversidad cultural y dinamismo económico. Por otro, enfrentan barreras que dificultan su integración: acceso desigual a servicios, reconocimiento limitado de sus saberes y obstáculos socioculturales.

Frente a este escenario, la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) cobra un rol clave. No se trata solo de filantropía ni de cumplir con estándares mínimos. Se trata de comprender que incluir a los migrantes en la vida económica y social es una decisión ética y estratégica.

Integrar es reconocer el valor de la diversidad

Una estrategia de RSE que contemple a la población migrante permite a las empresas:

• Promover ambientes laborales inclusivos y libres de discriminación, que reconozcan el valor de la diversidad cultural que aportan los migrantes.

• Incorporar políticas de selección sin sesgos, más equitativas y culturalmente sensibles.

• Facilitar la capacitación profesional, el aprendizaje del idioma y la integración cultural de los migrantes.

• Sensibilizar a los equipos internos sobre temas de migración y diversidad.

• Fortalecer alianzas con organizaciones públicas y sociales que trabajan sobre la cuestión de los migrantes.

Pero además de generar impacto social positivo, estas prácticas benefician directamente a las empresas. ¿Por qué?

• Porque la diversidad cultural enriquece los equipos, potencia la innovación y mejora la toma de decisiones.

• Porque una imagen corporativa comprometida mejora la reputación, atrae talento y fideliza a clientes socialmente conscientes.

• Porque en muchos mercados, los migrantes son parte significativa de la fuerza laboral y del universo consumidor.

• Porque anticiparse a posibles tensiones o malentendidos culturales reduce riesgos reputacionales o conflictos internos.

Del compromiso al conocimiento

Aunque muchas empresas reconocen el valor de la RSE, no todas están preparadas para abordar el fenómeno migratorio con profundidad. Falta conocimiento sobre las dinámicas migratorias, sobre cómo adaptar políticas internas o cómo acompañar procesos de integración sostenibles.

Por eso, avanzar en esta agenda implica también fortalecer capacidades organizacionales: formar equipos, asignar recursos, definir indicadores, generar alianzas. La inclusión no se improvisa.

Una invitación

Integrar a los migrantes no es solo dar oportunidades. Es también crear condiciones reales para que puedan habitar, trabajar y contribuir a una comunidad. Las empresas tienen mucho para aportar en ese camino: no sólo con políticas internas responsables, sino también con una mirada estratégica sobre el mundo en que operan.

En un contexto global, diverso e interconectado, incluir es comprender. Y actuar.